Gracias a todos, cierre 2014.



Es de bien nacido ser agradecido, en consecuencia agradezco enormemente este año que ha sido un año muy positivo en todos los aspectos para mi. En primer lugar, respecto a las  personas que me han acompañado en este recorrido, me gustaría destacar en especial a dos grandes profesionales y amigos paulinos que que me dieron la oportunidad de desarrollarme en un proyecto profesional tan ilusionante como el de asumir la responsabilidad como Director de una Pyme dedicada a la eficiencia energética en su expansión en Bélgica. 




La realidad de la crisis, ya asentada definitivamente en nuestro vocabulario cotidiano, y mis ganas de traspasar fronteras me hicieron apostar a finales de 2013 por esta opción frente a otra posición en una empresa de mayor tamaño en el sector financiero. Sin entrar a valorar las ventajas de entrar a trabajar en una pequeña empresa frente a hacerlo en una grande, es indudable que el nivel de responsabilidad y de implicación en el proyecto al saber que, en última instancia, uno representa la cara visible de la empresa frente a cliente final es muy alto. Evidentemente, todo es cuestión de prioridades y en mi caso siempre he deseado trabajar en una empresa donde a los trabajadores se les trate como lo que son, personas y no simples cajas registradoras, sin descuidar por ello los objetivos a alcanzar. 

Precisamente, en el valor humano ha estado la otra gran enseñanza que me llevo a nivel profesional. Aunque en este caso se trataba de un equipo pequeño, he ejercido como jefe de equipo en  la tarea de seleccionar candidatos para la red comercial lo que no resultó nada sencillo y menos al estar en un país extranjero. Personas de distintas procedencias y con criterios totalmente dispares me hicieron situarme en la posición entrevistador y la decisión final fue compleja. Ciertamente, a la hora de la verdad llegué a la conclusión de que resulta más rentable contar con personal alineado con los objetivos y los valores de la empresa y resulta la mejor opción si se busca crear un proyecto a largo plazo.

De hecho, montar una empresa a día de hoy no es nada fácil, el "emprendimiento" esa palabra mágica que hoy todo lo embauca oculta una cara mucho más amarga: solicitar créditos imposibles, arriesgarse en tiempo y dinero en un proyecto innovador, tratar de crear una cartera de clientes, lanzar una estrategia de lanzamiento del producto, son parte del día a día de un emprendedor en donde están presentes esfuerzo y fortuna a partes iguales. Mi desempeño durante 11 meses al lado de dos grandes emprendedores me ha permitido adentrarme de lleno en esta realidad fuera de la rigidez de los Manuales con sus pequeños éxitos y sus sinsabores, con sus ventajas e inconvenientes pero por encima de todo con la satisfacción de generar valor y palpar ese resultado en el día a día. Esa experiencia es de un valor incalculable porque siendo joven no es corriente encontrar una empresa que apueste tanto por el valor humano y permita asumir responsabilidades desde el mismo momento en que ocupas el puesto de trabajo. Por ello y por la gran valía profesional y humana de las personas con las que he tratado les quiero dar las gracias en estas lineas. Ahora estoy en la otra cara de la moneda, al haber sido seleccionado en el Máster del ICEX de comercio exterior, que me está permitiendo complementar esta formación desde otro de punto de vista poniendo en valor la experiencia previa.

En conclusión dicen que la armonía reside en crear un equilibrio entre lo que se piensa, lo que se hace y lo que se dice como decía el gran escritor alemán von Goethe,"Obrar es fácil, pensar es difícil; pero obrar según se piensa, es aún más difícil". Por mi parte trabajo diariamente para llegar a ese objetivo y os invito a todos a hacer lo mismo.

¡FELIZ AÑO 2015!


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