¡Feliz año 2019!




Os deseo a todos una muy buena entrada al año 2019. Este año ha sido muy intenso y lleno de grandes momentos que marcan un punto de inflexión en mi vida. Junto a los ilusionantes retos que se me presentan, va unida la dificultad de enfrentarse al futuro asumiendo una mayor responsabilidad. Sin embargo, la vida son etapas y todo cambio de etapa implica una renuncia. La renuncia está en abandonar el confort de lo conocido para adentrarte en un nuevo terreno más reconfortante si cabe. 

En lo profesional, este año ha sido muy intenso ya que me ha permitido sin duda ampliar mis expectativas y trabajar en países absolutamente inexplorados. Todo ello no hubiese sido posible sin la oportunidad que me dieron de trabajar en una gran empresa vasca de consultoría en políticas públicas. Trabajar en el País Vasco ha sido además una oportunidad de reencontrarme con mis orígenes y con mi familia.

Nunca imaginé, aún teniendo esa vocación internacional de la que este blog hace gala, que en un mismo año conocería países tan distintos como Kazajistán, Rumania, Bolivia, Perú y El Salvador. Por motivos laborales, también estuve en Francia, Portugal, Polonia y Hungría. La experiencia no solo  de viajar sino de trabajar en muchos de estos países es algo que me gustaría compartir con vosotros. 




Kazajistán:


Uno de los países menos visitados de Asia Central, es hasta la fecha, el país más extraño en el que estado . Poblado por nómadas hasta épocas no demasiado lejanas, se trata de un territorio de paso para todas aquellas tribus como los mongoles, los tártaros y muchos pueblos que cruzaban la dura estepa en busca de un lugar mejor. 

Lo que quizás muchos ignoraban era la riqueza que este país albergaba en su subsuelo (gas y uranio) que le convertiría en el Siglo XX en uno de los pilares del desarrollo industrial de la URRS. Lo que allí vi en mis dos viajes es una cultura orgullosa en gran parte del legado soviético, sobre todos en términos de educación y cultura, pero al mismo tiempo defensora de su cultura islámica y de su pasado nómada. También me sorprendió sus recelos respecto a China al que consideran una seria amenaza sobre todo por su peso demográfico. Lo verdaderamente valioso de trabajar con ellos en un proyecto financiado por el Banco Mundial, es el ver el interés real que sus habitantes  tienen en que su país avance y se desarrolle. Aunque la lengua mayoritaria sigue siendo el ruso y el kazajo, me sorprendió el nivel de inglés de muchos de ellos. 

Como curiosidad turística, destacar la belleza de Almaty, antigua capital que recuerda a las capitales de Europa del Este con sus teatros y amplias avenidas y una intensa vida social, siempre y cuando el tiempo lo permite. En cambio, Astana, la futurista ciudad diseñada por Norman Foster entre otros, es una curiosa mezcla de altos rascacielos, mezquitas relucientes y faraónicos centros comerciales. Desde mi punto de vista, le falta algo de alma a esta ciudad que aún así merece una visita.


















El Salvador: 


Al igual que en el caso de Kazajistán, estuve allí por trabajo y puedo asegurar que el "pulgarcito de América" no merece esa mala reputación que arrastra. No hay que ser ingenuo, y la capacidad de atraer inversiones del país está muy afectada por el crimen organizado en particular el de las famosas maras, que campan a sus anchas. Estos grupos que viven de la extorsión, la violencia y el tráfico de drogas mantienen aterrorizada a una parte de la población. Sin embargo, esto no debe impedir ver la cara positiva. 

Se trata de un país que ofrece grandes oportunidades de negocio, unos paisajes únicos que incluye playas de arena volcánica, fantásticas para los amantes del surf, bonitos pueblos coloniales e incluso grandes lagos. Junto con ello, el clima de trabajo merece una mención especial. Las personas con las que he trabajado hasta la fecha son todas ellos grandes profesionales, rigurosos y muy comprometido, nada que ver con la imagen algo caricaturesca del caribeño. En mi caso, he trabajado en un proyecto financiado por el Ministerio de Economía de El Salvador para dinamizar el sector de alimentos y bebidas. La oportunidad de trabajar con altos funcionarios y conocer su posicionamiento estratégico tanto frente a la región centroamericano como a su mercado objetivo principal, los Estados Unidos, me dio una visión en profundidad de sus problemas y retos.

Por todo ello, invito a todos a que le den oportunidad a este país que como dice su campaña, es "grande como su gente". 



Bolivia:

Si tuviese que recomendar este país lo haría no solo por sus paisajes y su gente, sino por sorprendentes contrastes. He de reconocer que no soy un experto en Latinoamérica pero si un apasionado de su historia y Bolivia me parece un fantástico escaparate de lo que ha sido la historia de este territorio en el Siglo XX. La dureza del altiplano, la inmensidad del desierto, las penurias de la vida en las alturas, la belleza hipnótica del Salar de Uyuni, todo en ellos son elementos descriptivos de la realidad boliviana. Si ello se une esa disputa irredenta entre el altiplano y la selva, los cambas y los colias, o lo que es lo mismo La Paz y Santa Cruz hacen de este país un mosaico apenas reconocible. Gracias a mi gran amigo Borja, y a la gran organización de mi novia y su amiga Paloma, el viaje fue inmejorable. Así que no dejéis pasar la oportunidad de visitar este territorio olvidado por mucho donde el Ché Guevara perdió la vida.




















Rumania:

De Rumania, no puedo hablar tan en detalle ya que tan solo pasé allí tres días en el marco de un proyecto financiado por la Comisión Europea. Lo que visité no fue la capital Bucarest, sino  la histórica capital de Moldavia Occidental, la ciudad de Iasi. Esta ciudad, oculta para el gran público, alberga grandes construcciones, un teatro imperial, majestuosos palacios y un pintoresco hotel: Hotel Traian, que representa una de las primeras construcciones del arquitecto Gustave Eiffel.  

El motivo de visitar esta región fue un interesante proyecto de la Unión Europea con el objetivo de desarrollar un programa de cooperación con tres Estados de Brasil: Pará, Paraná y Pernambuco para desarrollar políticas de desarrollo regional y adaptar las políticas de especialización inteligente aplicadas en la UE. A todos los que me acompañaron en la misión, un total de 12 representantes de los distintos gobiernos regionales y el Gobierno Federal, les doy las gracias desde aquí por todo lo aprendido. 

Rumania no es tan solo el país de los vampiros y Ceaucescu, sino que está plagado de historia con la particularidad que su idioma, el rumano, nos resulta mucho más cercano que cualquier otro idioma de Europa del Este. También comprendí las grandes oportunidades que se abren en materia agrícola y las dificultades que tienen debido a la corrupción y la enorme fuga de capitales hacia países de Europa Occidental. 

Perú:

De Perú nada puedo contar que no se sepa. La oportunidad de visitar la histórica ciudad de Lima y Cuzco y sobre todo las ruinas del Macchu Pichu es algo que se debe hacer al menos una vez en la vida. Esta maravilla del Mundo se encuentra en un lugar difícilmente accesible aún con la tecnología de hoy en día. Por ello, resulta más sobrecogedor si cabe imaginar el proceso que les llevó a los Incas a realizar semejante obra y se entiende el carácter divino otorgada a esta.

En definitiva, este ha sido un año muy intenso en lo profesional y personal y estoy convencido que este próximo año 2019 sea incluso mejor para todos. ¡Feliz año!







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