las Monarquías en el Mundo ( I )



Monarquías del Mundo ( fuente: CIA World Factbook )
            
         En plena época de crisis donde la única consigna es la de la austeridad, instituciones como la Monarquía asociadas en el imaginario colectivo a una vida de lujos y opulencia son cada vez más cuestionadas. Para muchos la institución monárquica no es compatible con el Mundo actual en el cual nadie debería ser privado de la oportunidad de convertirse en Jefe de Estado por sus propios méritos y no por el privilegio de pertenecer a una determinada Dinastía. Pese a todos estas opiniones, lo cierto es que la Monarquía como forma de Gobierno sigue presente en varios Estados en el Mundo, algunos de ellos considerados entre los más desarrollados del Mundo. (ej: Noruega, 1º en el ranking de Índice de desarrollo humano) Existen diversas tipos de Monarquía desde el extremo de Monarquías absolutas, muy minoritarias, encarnadas por ejemplo en el multimillonario Sultán de Brunei, Monarquía más tradicionales que reposan en la confianza de sus pueblos pero no se consideran democráticas (esencialmente en Asia, Norte de África y Oriente Medio) por último están las Monarquías constitucionales que son compatibles con  Estados plenamente democráticos.


En un lugar especial figura la Monarquía Británica que sin duda es la más influyente de entre las Monarquías actuales. Su influencia su persevera en gran medida gracias a la Commowealth que agrupa en una misma Soberanía a muchos de los  Estados que fueron parte del imperio colonial británico. En este supuesto encontramos pequeños Estados caribeños  o Estados de mucho peso como Canadá o Australia. Entre las monarquías europeas están también Suecia, Noruega Dinamarca, España y algún pequeño Estado como Mónaco o el principado de Liechtenstein. ¿Pero gozan realmente de legitimidad estas Instituciones consideradas por muchos anacrónicas?. Pretendo exponer en este artículo alguno datos sobre la confianza de la Monarquía en la actualidad en estos Estados y en otro posterior analizar si realmente sale más caro un Rey o un presidente de la República. 

A nivel de popularidad podemos distinguir entre los casos europeos y otros casos. En el caso británico por ejemplo donde su tradición monárquica esta asociada a la Iglesia anglicana, cuenta con el apoyo mayoritario de su población. Según una encuesta llevada a cabo en 2011 poco antes  del matrimonio del príncipe Guillermo con Kate Middleton, más del 75 % de los británicos apoyan la institución monárquica. Aunque los escarceos de  varios de sus miembros con la prensa Amarilla y los escándalos protagonizados por algunos de ellos, como el príncipe Harry, han dañado la imagen de la Institución. 

Entre las Monarquías europeas, el apoyo parece encontrarse en tendencia decreciente. Mientras que en los países escandinavos siguen conservando un apoyo mayoritario sobre todo en Suecia,  o en Bélgica donde el Rey Alberto, más unido a la comunidad valona, es prácticamente el único símbolo de cohesión, en España, el prestigio se desploma y ahora más si cabe tras el caso Urdangarín.  En apenas 15 años según encuestas del CIS  ha bajado de una aprobación con un 7,48 en diciembre de 1995– hasta el suspenso (un 4,89 el pasado octubre). 
Iñaki Urdangarín junto a Infanta Cristina y el Rey Juan Carlos
      Si nos vamos a lugares más remotos en Asia   por ejemplo destacan el apoyo recibido por el Rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, de más de 80 años,  que es venerado como un Dios entre sus ciudadanos. Es tal el respeto que le tiene que su retrato está presente en casi todas las tiendas hay retratos del Monarca y el color de la Monarquía, el amarillo es símbolo nacional. En otros países de Oriente como Japón, su emperador Ahikito cuyas apariciones públicas son rarísimas también goza de una adulación divina entre sus súbditos.

 En el Mundo islámico está Marruecos, única Monarquía del Norte de África, la popularidad de su rey Mohamed VI es también importante y ha sido de los pocos en librarse de los movimientos de protesta del norte de África, unas leves reformas constitucionales consiguieron contentar al pequeño foco de rebelión. En altos índices de popularidad también se encuentran los Monarcas de Arabia Saudí ,muy asociada al wahabismo, Jordania ( pocas protestas), y los petro-emirátos de Oriente Medio en general o las pequeñas monarquías de Lesotho y Swazilandia.

Como curiosidades cabe citar la del monarca de Brunei, situado en la lista de Forbes entre los más multimillonarios del Planeta o la del rey de Bhutan, pequeño Estado donde se Rey, coronado con apenas 31 años, ha renunciado al poder absoluto para crear un Estado más democrático.

 En definitiva parece haber una fractura en el apoyo recibido por las Monarquías entre aquellos países en desarrollo donde gozan de mayor popularidad en comparación con las de los países occidentales donde están más cuestionadas, con la excepción británica. Está claro que su papel ha ido modificándose a lo largo de este último siglo con la desaparición de muchas de las Monarquías europeas, y su poder de facto ha quedado reducido a una labor más simbólica. Es evidente que la exposición de alguno de sus miembros en la vida pública pone en entredicho el papel ejemplarizante que deberían dar al resto de sus ciudadanos. Sin embargo, historias como la del Rey Juan Carlos en España o la monarquía belga muestran como la Monarquía en muchos casos puede ser un elemento de cohesión en momentos difíciles. Su futuro dependerá en gran parte de que sepan asumir un papel secundario pero responsable en su papel de Jefes de Estado.


Fuentes: 

ABC
The Economist
CIA Worldbook
Le Figaro
Monarquiaseuropeas.com
Público
The Daily Mirror

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