Desde Málaga al Mundo

Hoy tuve la ocasión de acudir a la primera jornada de internacionalización de empresas realizada en Málaga, @jornadainterpyme. con el apoyo de organismos como la EOI, ICEX o el Fondo Social Europeo. Desde que estoy de vuelta en Málaga, hace unos cuatro meses ya, he empezado a saborear de verdad lo que significa vivir en una ciudad transformada que poco o nada se parece a la que dejé cuando tenía 17 años. Los cambios no se experimentan del mismo modo desde fuera y la sensación de visitar tu ciudad y ver esa transformación en primera persona es sin duda gratificante. Es impresionante observar como lo que antes era un puerto anodino pasó a convertirse en un gran muelle abierto al público o que las truculentas calles del centro de Málaga que no ofrecían demasiado atractivo,más allá de la calle Larios, se convirtieron en un paisaje de color, con propuestas de los más variadas.




Por último, el turismo, que representa el motor económico de la ciudad, ha cambiado sustancialmente pasando de un turismo volcado en el concepto de "sol y playa"a uno más diversificado que acude del mismo modo a los chiringuitos de Pedregalejo que a la multitud de museos con los que cuenta la capital de la Costa del Sol: Desde el Museo Picasso, pasando el Centro de Arte Contemporáneo hasta el flamante Centro Pompidou.

Todo ello no lo digo porque Málaga sea mi ciudad sino por que es una realidad objetiva que la transformación urbana experimentada por Málaga en los últimos años está a la altura de la que sufrió Bilbao a raíz del Guggenheim o Barcelona tras los Juegos Olímpicos del 92.  No obstante no se debe perder la perspectiva de lo realmente importante, y es qué la ciudad siga siendo agradable para sus habitantes y no exclusivamente para los turistas. Con todo ello, Málaga no debe conformarse con lo logrado hasta ahora. Hay mucho camino por recorrer y parte de este éxito futuro vendrá de la mano de sus empresas. En un evento como el de hoy, tuve la ocasión de conocer de primera mano,y ante un Palacio de Congresos abarrotado, la experiencia de varias empresas internacionalizadas que contaron sus casos de éxito.
Desde empresas del sector energético, sector agroalimentario, sector TICS, sector energía y medio ambiente entre otros, los testimonios fueron muy interesantes ya que explicaron las principales dificultades que encuentra una empresa en su proceso de internacionalización: La búsqueda de personal capacitado, la formula de financiación adecuada, los mercados objetivos a los que acudir. De todos ellos, se extrajo la conclusión de que internacionalizarse no es una tarea fácil y que las dificultades del Mundo actual con una competencia creciente obligan a estudiar en profundidad un mercado y sobre todo contar con una estructura lo suficientemente sólida para afrontar el reto de la internacionalización. En este sentido, varios de los ponentes, destacaron que exportar no es de por sí sinónimo de internacionalización sino que en muchos casos se requiere la adaptación del producto (packaging, envase, idioma) y la creación de un departamento especializado. Esto en último término puede llevar a la implantación en un mercado exterior o incluso el establecimiento de alianzas estratégicas mediante la pertenencia a redes.
Imagen de la ponencia de Trops.
Las ponencias estuvieron además repletas de curiosas anécdotas como la que contaba un productor de vinos sobre la falta de moderación de los chinos a la hora de consumir su producto o la historia de un productor cárnico que narraba como los chinos eran sus mejores clientes dado que aprovechan todo lo que el resto "desperdicia" desde las vísceras hasta la vena aorta. Parece evidente pero estas barreras culturales resultan claves para introducirse en un mercado e ignorarlas puede resultar un error fatal. Para ello evidentemente se necesitan profesionales formados que no solo conozcan las pautas del Comercio exterior (tanto en la vertiente logística como en la puramente comercial) sino que sepan detectar las necesidades del cliente y ponerse en su lugar. Esto puede suponer un factor clave de éxito como contaba el gerente de la Empresa Trops, que consiguió "estacionalizar" el consumo de Mango en España haciendo que el cliente apreciase la calidad del producto local a un precio accesible por encima de la comodidad que supone disponer de un producto importado los 12 meses del año.
La jornada se saldó con un cóctel en el que tuve ocasión de hablar con varios asistentes, algunos de ellos llegados de países tan variados como Nigeria o Argelia. Con todo ello, queda claro que en Málaga también se emprende y que en el proceso de la internacionalización hay aún un gran camino por recorrer.

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