Impresiones de Marruecos (3): La autoestima de un país
Foto en la ciudad de El Jadida, antigua ciudad colonial portuguesa de Mazagan |
De nuevo me detengo en un aspecto que me parece importante y es en qué medida la forma en la que nos proyectamos a nosotros mismos se manifiesta en nuestra realidad exterior. Esto ocurre a nivel individual pero también a nivel plural y es lo que determina en gran medida la autoestima de un grupo o colectivo.
En este sentido, la experiencia de estar en un país como Marruecos, me ha hecho ver lo importante que resulta quererse a uno mismo ya que solo de esta forma te querrán los demás. Todos tenemos experiencias vividas en ese sentido, pero quizás no nos damos cuenta de ello hasta que no te encuentras con un ejemplo de lo contrario.
Basta con viajar por distintos países europeos para percibir que la imagen que se tiene de Marruecos es en general negativa, a menudo se suele asociar su imagen a conceptos negativos en el imaginario colectivo como son la delincuencia, el terrorismo o el escaso papel de la mujer, mientras que otros aspectos como su gastronomía, su rico patrimonio o sus extraordinarios paisajes no son más que pinceladas que no alteran este retrato negativo. Obviamente, al margen de mi percepción subjetiva, este hecho viene corroborado con informes al respecto entre ellos el de un panel de expertos que señalaba recientemente de que forma los estereotipos, en particular entre los medios de comunicación, han lastrado la percepción de Marruecos en el exterior. Curiosamente, lo mismo ocurre en el sentido inverso tal y como indicaba el reciente estudio del Real Instituto Elcano mostrando que Marruecos es el país donde España goza de peor imagen en el exterior.
Queriendo indagar algo más sobre este hecho, me preguntaba cual es la percepción del marroquí a pie de calle y las impresiones obtenidas hasta ahora reflejan bien la esquizofrenia en la que vive el país. Por un lado, las clases populares reflejan un cierto orgullo patrio, valoran las riquezas de su país y aún con todas sus limitaciones se sienten satisfechos sobre todo en comparación con sus vecinos más próximos como son Argelia Llama la atención incluso la defensa enfervorizada ante cualquier ataque procedente del exterior lo que da una cierta imagen de cohesión. Todo ello hay que matizarlo con el hecho de que la mayoría de marroquíes no han salido nunca de su país lo que limita ciertamente la perspectiva.
Sin embargo, ocurre que a medida que vas subiendo en la escala social, la valoración del país va descendiendo. Por un lado es cierto que a mayor nivel de instrucción, la realidad se ve de otra forma, aspectos como la corrupción, la suciedad, las deficiencias del sistema sanitario entre otros males tienden a resaltarse más. Pero lo que realmente me llama la atención es ver a muchos marroquíes de clase media-alta renegar abiertamente de su país. Así no es raro, a la hora de entablar conversación con una persona que a las dos minutos de conversación te digan sin ser preguntados, "He estudiado la carrera en Francia y veraneo en Marbella", siendo esta una especie de excusa que en el fondo viene a decir "Perdóname por ser marroquí, no tengo la culpa de haber nacido aquí". Lo mismo me ha ocurrido con personas que de forma sorprendente deciden hablarte únicamente en inglés (ojalá pudiésemos decir lo mismo en España) negándose a hablar en cualquier otro idioma. Por último, rescato una anécdota que me ocurrió al hablar con una señora sobre la destreza de los niños marroquíes con los idiomas y en general lo avispados que son, la señora inmediatamente cambió el semblante y visiblemente ofendida me advirtió " Esos serán los niños de los Medina, mis hijos son de otra forma, Gracias a Dios, y hacen cosas normales como los niños de su edad. Esa falta de autoestima no solo se refleja en esto sino en la falta de cuidado de un patrimonio histórico que en mejores condiciones atraería sin duda a muchos más visitantes.
Todos ello no son más que ejemplos pero representa bien una idea extendida " Los marroquíes son africanos que no quieren serlo y europeos que nunca llegarán ser". Esta es la curiosa realidad del Marruecos, lugar singular anclado entre dos lugares tan distintos como son Europa y África. Precisamente en cuidar su relación con esta última, pasa gran parte del futuro de Marruecos. Estrechar lazos con sus vecinos del Sur, es una voluntad institucional pero para ello es necesario facilitar la integración de los miles ciudadanos procedentes de países como Senegal que siguen sufriendo el racismo en las calles.
Por ello, creo que Marruecos no avanzará sin una verdadera cohesión social y para ello hace falta que las "élites" o los marroquíes en el exterior (M.R.E) no rehuyan sino que luchen por mejorar la imagen de ese magnifico país tan dañada en el exterior. Alguno me dirá que en España no estamos para dar lecciones en materia de auto-estima y no le faltará razón porque como reza una frase atribuida a Canovas del Castillo: "Son españoles....los que no pueden ser otra cosa".
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