#Sinfronteras 5: Desde Colombia





Tras el parón, retomamos con más ganas en este caso con una nueva entrevista en la sección #Sinfronteras. En estos meses tan intensos, Colombia es sin duda uno de los países que ha estado en el foco mediático. Por ello nada mejor que el testimonio de alguien que reside allí para conocer la situación de primera mano. En este caso se trata de Borja Juarez Serna, amigo y compañero del programa de Becas ICEX, que nos cuenta como está siendo su experiencia en el país cafetero. 

Abogado de profesión, apasionado por la historia, la filosofía, el cine y la literatura. Estudió Derecho y Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid. Ha vivido en cuatro países, España, Italia, Reino Unido y actualmente Colombia.



1)      ¿Abogado de trayectoria que te llevó a querer dejar tu vida en el despacho por un programa como ICEX?

Efectivamente, había ejercido en un despacho especializado en Derecho Internacional en Madrid durante cuatro años y la experiencia fue muy positiva. Decidir la estrategia en cada procedimiento, conducir las reuniones con los clientes para atender cada caso, los procesos judiciales con los interrogatorios, alegatos… era mi vocación cumplida.

Sin embargo, quería tener la oportunidad de trabajar en otro ambiente cultural y profesional y tenía la espina clavada de hacer un máster que me permitiese conocer  áreas de empresa (marketing, estrategia, financiación, etc.) para completar mi formación. El MBA en internacionalización de empresas del ICEX ha sido la opción perfecta.

2)      ¿Cuál es tu balance de tu experiencia en Colombia hasta la fecha y qué te llevó a elegirlo como destino?

Colombia es uno de los países más estables a nivel macroeconómico de la región y además se encuentra en un momento crucial: proceso de paz, transformación de las infraestructuras y otros sectores productivos, etc. por ello cumplía con los requisitos profesionales que había marcado.
A nivel personal siempre había querido vivir en Latinoamérica. Desde el formulario que se completa al solicitar el ingreso al ICEX hasta la solicitud de destino había pedido los mismos países, todos en Latam. Ya había vivido en países desarrollados toda mi vida y quería tener la experiencia en un país en desarrollo.

3)      Desde tu punto de vista, ¿Qué visión se tiene de los españoles en Colombia?

Colombia es un país en el que la gente es en líneas generales excepcionalmente respetuosa y calurosa, no existe rencor hacía “los antiguos colonizadores” y los colombianos miran a España como modelo de desarrollo al que imitar. En gran parte esto ha sido posible por la emigración hacia nuestro país y las experiencias de los colombianos que han regresado. Es muy común encontrar colombianos con familiares y amigos que han estado o están residiendo en nuestro país.

4)      ¿Si tuvieses que elegir de entre todos los destinos que has visitado Colombia, cual elegirías y por qué y cual no recomendarías?

Colombia es un país que se caracteriza por su diversidad: playas caribeñas, selva, el Pacífico, cafetales, volcanes, ciudades coloniales, etc. Hay mucho donde elegir dependiendo de los gustos. Imperdibles: Parque Tayrona, Eje Cafetero, Leticia, San Andrés y Providencia, Cartagena y Guatapé.

5)      ¿Has asistido a un momento histórico como son las negociaciones de paz con las FARC, como se está viviendo esa situación en el país y que supone el triunfo del no?

En este punto debo acudir a un muy buen resumen elaborado por una amiga, María Burguera, que ha residido varios años en el país:
Alguna gente (sobre todo de fuera de Colombia) me pregunta, ¿Qué ha pasado con el acuerdo de paz? He aquí un resumen desde mi punto de vista (para quien tenga tiempo y ganas de leerlo):

1) Debido a la falta de apoyo por parte de otros partidos políticos al acuerdo, se decidió hacer un plebiscito para que la población votara sí o no (asumiendo que ganaría el Sí, otro Brexit).

2) El acuerdo no era perfecto. Incluía temas muy peliagudos, como la supuesta impunidad de los guerrilleros. Esto no es totalmente cierto, sino que aquellos que confesaran sus crímenes serían absueltos (la confesión ayuda a esclarecer qué ha pasado con algunos casos de desaparecidos, etc.), siempre y cuando no fueran crímenes considerados como de lesa humanidad (violaciones, torturas...), en cuyo caso, pagarían penas de hasta 8 años de servicios a la comunidad. Es poco, no obstante, cabe destacar que las zonas en las que con más fuerza se ha vivido el conflicto, la fuerza del SÍ ha sido determinante: la gran mayoría de las víctimas SÍ están dispuestas a perdonar.

3) Otro tema delicado es la futura participación política de los miembros de las FARC. Aquellos que se erigen en contra alegan que Colombia se va a convertir en la próxima Venezuela, aunque que puedan participar no significa que vayan a gobernar ni mucho menos. Hay que recordar que las FARC nacieron como un movimiento de defensa del pueblo ante la desigualdad y las atrocidades cometidas por las clases dominantes, lo cual tenía cierto sentido en su época. Ya en 1985, grupos desmovilizados y de izquierdas formaron Unión Patriótica, un partido político que tomó distancia de la violencia. No obstante, más de 3500 militantes y políticos del partido fueron víctimas el exterminio físico por grupos de extrema derecha (los supervivientes, tuvieron que exiliarse). Desgraciadamente, ello favoreció la escalada del violencia en el país. Además, durante más de 20 años la ideología de las FARC se vio corrompida por el dinero del narcotráfico (que a la vez, les servía de fuente de financiación para proseguir su lucha). En el acuerdo, está incluida la desarticulación de las redes de narcotráfico controladas por las FARC. Por lo tanto, la guerrilla renuncia a ello para poder defender sus ideales de forma democrática.

4) La abstención: más del 60%. En Colombia hay una alta abstención endémica (la población no cree en la democracia), pero también hay zonas en las que el Bacrim (bandas criminales que surgieron tras las desmovilización de los paramilitares) amenaza a la población para que no vote. Finalmente, en la costa Caribe y Guajira (zona históricamente a favor de Santos en la que ganó el SÍ) estaban sufriendo aún los efectos del huracán Matthew y varios colegios electorales no pudieron ser abiertos, o la gente no pudo llegar a los colegios.

5) ¿Qué más incluye el acuerdo? Entre otras muchas cosas, incluye la colaboración de la guerrilla en el desminado del país (11.000 víctimas y sumando), la reforma agraria, tan necesaria para que el país pueda convertirse en una potencia en producción de alimentos, y la reparación a las víctimas.

6) ¿Qué no incluye el acuerdo? A Dios. Y aunque parezca absurdo, hay gente que reniega del acuerdo porque, aunque Colombia es un estado laico, Dios no aparece por ninguna parte y temen la pérdida de influencia de la iglesia. Lo de ama a tu prójimo y perdona a los que te ofenden parece que no les ha calado.

7) 52 años de guerrilla, a los que les precedió la época llamada como La Violencia (16 años y alrededor de 250.000 muertos), desencadenada por el asesinato del líder político Jorge Eliécer Gaitán. En total 68 años de guerra, muerte y violencia. La sociedad colombiana en general, no sabe lo que es vivir el paz.

8) Intereses ocultos. Además de las razones antes expuestas, hay grupos que rechazan el acuerdo porque la reforma agraria o incluso el desmantelamiento de algunas redes de narcotráfico comprometen sus tierras o privilegios. Asimismo, porque temen ser juzgados por sus propios crímenes durante la guerra.

Ya para concluir, es de agradecer y admirar la voluntad de las partes de continuar con la negociación tras el resultado. Esperemos que este paso atrás sirva solo para tomar un nuevo impulso. Que SÍ se pueda llegar a un acuerdo incluso más justo y consensuado, porque Colombia es un país bellísimo, luchador y valiente que merece vivir en paz. Y sé que, tarde o temprano, así será.


6)      Por último, ¿Qué consejos darías a una persona que se plantea salir al extranjero para desarrollar su carrera profesional?

Diría que el mayor riesgo es no arriesgar. Siendo sincero, profesionalmente puede resultar una experiencia exitosa o un fracaso, pero personalmente te habrás enriquecido mucho, habrás conocido una nueva cultura, nueva forma de trabajar, habrás hecho nuevas amistades, etc. Al final, cuando estés acabando tu carrera profesional, lamentarás los proyectos a los que renunciaste, no los que cumpliste.

Además en 2016, en un mundo globalizado las empresas valoran a los profesionales que han sido valientes a la hora de cambiar de país y de trabajo y se han adaptado al entorno. En muchos sectores, las empresas españolas tienen mayor volumen de negocio fuera de España que dentro de nuestras fronteras, por lo que tener experiencia internacional te permite optar a un buen número de empleos.

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